De dónde viene la ética y cuál es su relación
con la moral. La moral viene del latín moralis y como sustantivo es más
reciente. El fin de la moral es la virtud en cuanto ciencia que la persigue.
Hay una moral heroica y de poesía, una moral social que se inventa códigos de
conducta al paralelo del mundo religioso católico. Sus sentidos cambian y son
historias dinámicas que se suceden y se relacionan con la palabra de ética. La ética
de Aristóteles marca un uso que entra después con los enciclopedistas que la
usan como males que deben evadirse desde la conducta. Emergen las palabras de
ética y moral en sus juegos y diferencias. La moral como palabra dominante, después
deja su lugar a la palabra ética. Las tensiones de rebelión en estos términos
juegan y surge la bioética y sus leyes. Dichas leyes penetran en todas las
áreas. De qué hablamos al hablar de ética hoy en el plano médico y social. La
moral es de valores y lo ético se pasa a lo médico, pero en realidad se
mezclan. El término de ética suena a más moderno y laico, científico. En
cambio, el término moral, nos suena arcaico y hasta religioso-social. Es este
juego en el cual lo moral parece burgués y cargado de falsedad. Los usos de
estas dos palabras a veces se confunden.
Ricoeur nos
esclarece pues nos habla de semántica para diferenciar entre conceptos y su
desarrollo histórico en su contexto y trayectoria con rupturas y
discontinuidades que reconfiguran los conceptos. La filosofía moral es rama de la filosofía y se
trata de hablar de razón práctica para Kant. La palabra del deber ser, habla
del carácter y de la costumbre. Para Aristóteles se habla de virtudes y actualmente
se juega con las dos palabras camino que comienza desde 1800 con la moral y ya
no sólo la ética aristotélica. Puede ser también una transición del mito a lo
científico y laico. Hay un conflicto entre filosofía y religión. En la antigüedad
la filosofía hablaba de formas de vida y desde Aristóteles se da origen al
concepto de la ética que hoy se pluraliza en sus sentidos. Con Wittgenstein ya
no se habla de una regla que se sigue con un legislador único. Las situaciones
cambian y no debemos de caer en anacronismos ni nostalgias nos señalan los
sociólogos y los historiadores. Las virtudes estéticas entran también en juego
y ya no sólo nos recargamos en la ciencia y sus axiomas.
Se busca la objetividad en los términos de
manera científica y liberarse de la mirada subjetiva. La pluralidad entra en
juego con visiones diversas. Se busca la ciencia razonada en la filosofía, pero
discuten dentro también la epistemología y la ética. Las tendencias nuevas nos
cuestionan con sus acercamientos objetivos o normativos. Evolucionan los
valores y eso no hace desaparecer los viejos valores, se estratifica el
conocimiento de la razón humana. Lo interdisciplinario se acentúa y se colabora
entre las ciencias y las disciplinas humanas.
Necesitamos abrirnos a la creatividad humana me
parece, liberando poderes moralizantes dominantes escondidos y jugando con lo
viejo y lo nuevo y creando, pero sin perder nunca de vista el aspecto ético y
moral en libertad y no libertinaje al servicio de todo otro nos diría Levinas y
no para aplicar los conceptos con fines egoístas encubiertos.
Se confunden términos y sentidos, aclaremos al servicio del otro en amor
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