Grace Nehmad

martes, 11 de mayo de 2021

Formato y pensamiento a través de la lengua, Ética y moral al servicio del otro

 

De dónde viene la ética y cuál es su relación con la moral. La moral viene del latín moralis y como sustantivo es más reciente. El fin de la moral es la virtud en cuanto ciencia que la persigue. Hay una moral heroica y de poesía, una moral social que se inventa códigos de conducta al paralelo del mundo religioso católico. Sus sentidos cambian y son historias dinámicas que se suceden y se relacionan con la palabra de ética. La ética de Aristóteles marca un uso que entra después con los enciclopedistas que la usan como males que deben evadirse desde la conducta. Emergen las palabras de ética y moral en sus juegos y diferencias. La moral como palabra dominante, después deja su lugar a la palabra ética. Las tensiones de rebelión en estos términos juegan y surge la bioética y sus leyes. Dichas leyes penetran en todas las áreas. De qué hablamos al hablar de ética hoy en el plano médico y social. La moral es de valores y lo ético se pasa a lo médico, pero en realidad se mezclan. El término de ética suena a más moderno y laico, científico. En cambio, el término moral, nos suena arcaico y hasta religioso-social. Es este juego en el cual lo moral parece burgués y cargado de falsedad. Los usos de estas dos palabras a veces se confunden.

Ricoeur nos esclarece pues nos habla de semántica para diferenciar entre conceptos y su desarrollo histórico en su contexto y trayectoria con rupturas y discontinuidades que reconfiguran los conceptos.  La filosofía moral es rama de la filosofía y se trata de hablar de razón práctica para Kant. La palabra del deber ser, habla del carácter y de la costumbre. Para Aristóteles se habla de virtudes y actualmente se juega con las dos palabras camino que comienza desde 1800 con la moral y ya no sólo la ética aristotélica. Puede ser también una transición del mito a lo científico y laico. Hay un conflicto entre filosofía y religión. En la antigüedad la filosofía hablaba de formas de vida y desde Aristóteles se da origen al concepto de la ética que hoy se pluraliza en sus sentidos. Con Wittgenstein ya no se habla de una regla que se sigue con un legislador único. Las situaciones cambian y no debemos de caer en anacronismos ni nostalgias nos señalan los sociólogos y los historiadores. Las virtudes estéticas entran también en juego y ya no sólo nos recargamos en la ciencia y sus axiomas.

Se busca la objetividad en los términos de manera científica y liberarse de la mirada subjetiva. La pluralidad entra en juego con visiones diversas. Se busca la ciencia razonada en la filosofía, pero discuten dentro también la epistemología y la ética. Las tendencias nuevas nos cuestionan con sus acercamientos objetivos o normativos. Evolucionan los valores y eso no hace desaparecer los viejos valores, se estratifica el conocimiento de la razón humana. Lo interdisciplinario se acentúa y se colabora entre las ciencias y las disciplinas humanas.

Necesitamos abrirnos a la creatividad humana me parece, liberando poderes moralizantes dominantes escondidos y jugando con lo viejo y lo nuevo y creando, pero sin perder nunca de vista el aspecto ético y moral en libertad y no libertinaje al servicio de todo otro nos diría Levinas y no para aplicar los conceptos con fines egoístas encubiertos.


Se  confunden términos y sentidos, aclaremos al servicio del otro en amor

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