Buscando
referencias sobre el tiempo me encontré con una exposición de la dinastía Merovingia,
periodo oscuro del fin de mundo de los romanos y comienzos de la etapa de Carlomagno
en tres siglos de la etapa medieval. A Carlomagno se le considera padre de
Europa y a esta etapa la cuna que sienta las bases del renacimiento. En el reinado
de la dinastía francesa se da la fusión de mundos exteriores en una especie de
sincretismo artístico. Los bárbaros estaban en Grecia, están visigodos y muchos
reinados en el este y noroeste. Sus culturas diversas se unen en el arte.
Es un periodo de
reconstrucción de monasterios, cultos y santos buscan rescatar las virtudes.
Esta exposición es contenido y contenedor. Los monasterios cuentan con
escrituras en laboratorio de creación, a veces son Ilegibles y tienen letras y
colores especiales muy atractivos estéticamente hablando.
Esa búsqueda en
arte es más en símbolos que en la naturaleza. Es simple y de mirada penetrante
y expresión fuerte del rostro. Es de reyes, de sus cortes y de las iglesias.
En la
exposición se presentan testimonios de ciertos reyes y objetos de ellos o de su
época y no necesariamente son de ellos siempre. Paralelamente esa época es de búsqueda
de tesoros en arte y nombres de dinastías. También se buscan monjes y sus
reliquias. La mujer tiene un rol fuerte y su realeza se envuelve de objetos
especiales, resaltan su coquetería y cuidado. También se presentan en la
exposición carretas y signos de importancia. En una carreta se encontró una
cruz pequeña y es un gesto de símbolo y cuidado, placer estético de descubrir
el cuidado del signo en su detalle, incluso como motivo de buena suerte.
En ciertos documentos
en papiro descubren cabellos y rescatan el valor del cabello que es poder, pues
sin cabello incluso se podía llegar a destituir a los reyes. Se puede
investigar la naturaleza humana de las fibras y el acto en sus cabellos. Con sus
fibras se ven resultados de su color que muestra que envejece la persona y se
estudian los genes, el árbol genealógico a través del cabello. Del sincretismo
cultural en arte y del símbolo pasamos al cabello que es otra forma de naturaleza
humana. Distintos enfoque e investigaciones nos aproximan al estudio del ser
humano y a sus preferencias. El tiempo en este contexto nos lleva al pasado y
regresamos al presente en aquello que nos es común, las virtudes, los gestos,
la expresión y representación, las emociones. Si hablábamos de tiempo y
registro de cambios a través del alma, del tiempo de la física y tiempo real, ¿este
tiempo del arte, del símbolo y de la representación cambia realmente en su
corazón? Si nos acercamos al otro, ¿él es cabello en papiro, poder y fuerza o vacío de lo que fue y simple representación que queda como una huella levinasiana?
El tiempo y su representación es juego, rastro de quien fuimos
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