Grace Nehmad

miércoles, 3 de marzo de 2021

Puntos de encaje Levinasianos antes de hablar del rostro del otro

 

En radioscopía de Levinas, una entrevista en youtube, Levinas nos comparte algunas de sus posturas. Les comparto algunas que me atrajeron particularmente. Piensa que hay el creyente como formas de creer. Levinas cree en ciertas proposiciones y en ser alcanzado por ellas. Soy un filósofo y judío de manera independiente nos dice. La filosofía es la manera de saber lo presupuesto en mi lenguaje. Hay muchas definiciones y ésta es una de ellas, la suya.

La filosofía nos lleva a los primeros momentos de hablar y escuchar y colaboran el oído y la boca con los presupuestos y se trata de las primeras palabras. Nos dice, soy sionista, pero es más complejo que eso, es judaísmo y no entra ni en religión ni en lo político, no es elección en realidad. El estado de Israel viene después de la Shoa. Se confunden y distinguen las naciones. Es un hecho dominante. Levinas se inclina por las determinaciones del estado a través de la biblia que es el libro de su juventud y es a través de él que concibe su atadura a Israel

Dentro de mis preocupaciones que le comenté al Papa en entrevista está la de escuchar lo que se dice antes de ver de dónde viene, pues tendemos a categorizar antes y no está bien, se trata de escuchar las palabras mismas y escuchar también la voz de Israel.

Lo humano es en sí la pregunta del derecho a la vida, es antes que cualquier verdad y ¿el yo es natural para ser? Es quizás la necesidad de no llegar primero, de buscar ceder el lugar.

Descartes habla del infinito y es el corazón de lo que piensa Levinas, las meditaciones cartesianas le atraen, Rabelais, Montaigne, Pascale. A Través de estos pensadores Levinas se siente francés y en el paisaje y en la lengua y su belleza. Curiosamente fue al liceo ruso desde muy joven.

         Me encantan estas precisiones de Levinas, ese definirse a través de los libros y las lengas, de las primeras palabras y darle fuerza a esas palabras y proposiciones, más allá de las etiquetas e incluso de quienes las dicen, como si se las regresáramos a Dios, al plano trascendental. Es abandonar todo egoísmo y regresar a lo humano incluso antes de hablar del rostro del otro, hablando aquí de palabras y proposiciones que son quizás su punto de encaje para después hablarnos de asistir al llamado de todo otro desde esta clara metodología que nos regresa a la parte humana, ética.


Entramados claros que nos posicionan para servir a todo otro en amor

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