Los libros
deben justificar la vida, pero la vida debe justificar los libros. No se trata
de decir adiós a un libro después de escribirlo. Es al contrario pues el
trabajo comienza después cuando es necesario sostenerlo, estar detrás,
justificarlo, nos dice Malka en la vida y el rastro que escribió sobre la vida
y obra de Levinas. Es verdad porque la obra adquiere vida propia y dice el hijo
de Levinas que el otro es el prójimo de la biblia de alguna manera, pero a la
vez, es algo diferente. Es Levinas filósofo judío o filósofo y judío. Quizás es
diferentes combinaciones y perspectivas de estos términos bajo su propio
desarrollo. Sostener y apoyar la obra es quizás como sostener y apoyar a un
hijo que se va independizando y al permearse del exterior adquiere diferentes
tonalidades que los mismos creadores deben preocuparse por reinterpretar. El
mundo es tiempo en movimiento constante y debemos tratar de vibrar en unión y
toda obra es espejo que nos abre posibilidades de reflexión y crecimiento, más
aún la obra de Levinas que nos recuerda la prioridad del otro y su trascendencia,
la importancia de atender a su llamado en todo momento y vernos a través de sus
ojos para asistirlo, cara a cara.
El otro es el prójimo pero con un matiz diferente y quizás ya todo está dicho pero vinimos a matizar para asistir más y mejor a todo otro
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