Grace Nehmad

domingo, 21 de marzo de 2021

El instante dos ético de Levinas

En la última fase levinasiana, la alteridad es hacia lo divino. Lo infinito entendido desde las meditaciones de Descartes se abre a través del rostro del otro. El tiempo comienza en Levinas hacia el futuro y se regresa al pasado, un poco siguiendo el paso de la ontología a la ética del otro, para terminar en un énfasis en el presente y la acción para servir al otro en su tiempo que es el instante dos. En el instante uno el ser se mira y reconoce en un mundo sensible, en el pienso y luego existo de Descartes para después dar su tiempo al rostro del otro y a través de él servir a Dios.  Entrar en su infinito en el tiempo sin tiempo que es atisbo de la redención.

En Diacronía y representación se abre la dimensión ética, la justicia, la responsabilidad y el otro que llevan a lo sagrado y no a la historia de Hegel. La historia, el pasado para Levinas es un punto de partida para comprenderse en el mundo sensible del instante uno y llegar al instante dos del otro, el verdadero fin. Es moverse hacia la conciencia y ayuda y ser para el otro en responsabilidad reconociendo nuestras deudas con el otro en todo momento y después de la violencia vivida en este planeta y el límite excedido del pensamiento centrado en el ego, el llamado es hacia el otro nos dice Cohen en su prólogo del tiempo y el otro de Levinas. Es como nos dice el tiempo del otro en esta pandemia, de dar y de la conciencia para regresar a la humildad y deshacernos de los espejismos superficiales que nos mantienen presos del sinsentido existencial anclado en el materialismo.

Me abro a la flor del otro y sano las heridas de sus pétalos

No hay comentarios:

Publicar un comentario