Grace Nehmad

domingo, 24 de enero de 2021

Ser y no ser filósofa

 Ser filósofa es un gran regalo, también un reto constante de investigación y superación, de regreso a las fuentes y cuestionamiento. Nunca se sabe cómo será el próximo libro y en qué consistirá, ni si se logrará. La fe nos guía con un trabajo minucioso que va y viene de los propios escritos a las fuentes, de las dudas a la práctica, del propio método de trabajo al mundo exterior. Lo interno y lo externo se complementan y cuestionan. El juego infinito de dudas y acciones se desata, la necesidad de ser para otros y aportar la propia experiencia. Y no terminan el juego de dudas y acciones hasta que nos vayamos de esta tierra aunque no sabemos las formas que puedan tomar ni si habrá más de lo mismo. Pero ser filósofo es investigar y cuestionar en un intento de ayuda humanitaria aunque muchos se pierden en el camino. En particular, al no tomar en cuenta a la ética. Ojalá logre humildemente persistir y cuestionar a los que tengo cerca para elevarnos todos y llegar a mejores decisiones de vida. En este quehacer vamos y venimos dentro y fuera, del todo a la nada, de lo general a lo particular, del Otro al Mismo en términos Levinasianos para tratar de ayudar más y mejor.


Abrir los propios rayos de luz para ayudar

No hay comentarios:

Publicar un comentario