En todas partes hay sorpresas y a veces no tan gratas… En el deporte hay anticipación y preparación y es también dinámica de la sorpresa. Queremos sorpresas y no tanto… el deporte nos ayuda a prepararnos y a enfocarnos no necesariamente en la competencia sino en la sorpresa de la vida y para enfrentarla mejor. Nada sabemos en realidad nada de la vida y lo que sea puede pasarnos. Enfocarla con más herramientas del deporte y la meditación puede ser muy bueno. Me parece que en realidad la vida es un juego y debemos fluir más con ella, aprender de ella. Es cierto que hay consecuencias a nuestros actos y en una medida podemos provocar efectos y cambios en su curso pero con humildad y escucharla y dejarnos asombrar por sus dinámicas. Podemos tratar de esperar menos para nosotros no decepcionarnos. La apertura es dejarse ser y no pensar todo en términos lógicos. Podemos ser receptivos y estar presentes sin miedo, estar disponibles sin cerrarnos a nada. Menos rigidez, más apertura y disponibilidad. Y vivir con alegría pero es verdad que la reflexión debe hacerse para tratar de mejorar nuestra calidad de vida. Jugar entre lo determinado y lo no determinado.
Esperanza y alegría de vida, pero hay más, reflexionar y cambiar para dejarnos sorprender en asombri sin decepcionarnos
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