¿Y cuándo dejaremos de prostituirnos? A veces tenemos algo muy bueno y lo perdemos. La causalidad queda poco clara pero no por ello nos conviene tomar malos caminos. A veces también nos llegan regalos inesperados y los damos por sentado. Aunque queremos tener buenas intenciones, no concretamos. El mundo de la acción nos domina pero en el mal sentido, permanecemos perdidos en tareas urgentes cotidianas. Podemos siempre y cada vez más, llenarnos de fe y de luz y seguir.
Meditar más nuestros actos
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