Grace Nehmad

jueves, 30 de septiembre de 2021

El empirismo sin olvidar al pensamiento lógico y al servicio del otro

 

Hume y el empirismo representan una corriente filosófica que explica la naturaleza del conocimiento y de los medios para conocer. Es conocer y cómo conocemos. El empirismo dice que siempre conocemos a través de la experiencia y a nivel sensorial. La ciencia se basa en la observación. El racionalismo de Descartes no apoya ésto, él dice que poseemos conocimiento innato. Estas ideas previas son de la lógica como facultad de razonamiento. Los silogismos no dependen de la experiencia directa de nada. Así, el empirismo es novedoso en la época de Hume. Ahora, quizá nos recargamos mucho más en nuestro lado empírico y en el extremo se ha desarrollado lo estadístico para validar toda experiencia y nos vuelve quizá flojos para razonar la lógica de los enunciados que nos transmiten los medios, no los cuestionamos. Hemos perdido incluso la experiencia propia de sensaciones. Desconectados, no nos responsabilizamos de la información que recibimos y repetimos sin comprometernos con nada.

            En el empirismo se aumenta el conocimiento a lo largo de la vida generando un cuerpo de conocimiento propio, junto con las lecciones de vida. Los recuerdos de las experiencias vividas nos van moldeando. Vamos aprendiendo con la experiencia y el cuerpo se acostumbra a reaccionar de acuerdo a las experiencias anteriores y a menudo asumimos demasiado y repetimos sin ya observar, nos arriesgamos para funcionar generalizando y actuando en función de. A la vez, vamos combinando para actuar y lo nuevo es de todos los días, pero es generalizado en alguna medida. Nuestra imaginación nos permite acceder a lo que ya conocimos de manera novedosa sabiendo que somos finitos. Tenemos límites porque no podemos experimentar todo, pero podemos descubrir siempre y recrear, el margen de explorar es a la vez infinito y cada instante es nuevo como dice Levinas. La experiencia del mundo es presente y futuro y se vuelve infinita en el rostro del otro. En sentirlo y asistirlo. Despertemos siempre a estas nuevas sensaciones para ayudar más y mejor a todo otro y nunca olvidar nuestra parte lógica y racional, evaluar, hacernos responsables de cualquier información recibida.



Blanca para recibir nuevas experiencias, sopesarlas y ponerlas al servicio del otro

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