Hablando de la filosofía de 1900 a 1950 en
conversación académica reflexionan varios filósofos y se preguntan por así
decirlo por las celebridades que marcan ese tiempo. Hablan en realidad de las
influencias que nos marcan hoy al hacer filosofía o relacionarnos con ella.
Dicen que es importante irse un poco antes y plantear a Bergson como
parteaguas. Se aleja del intelectualismo sin descartar el rol de la razón en el
comportamiento humano, y se mueve a la profundidad de la conciencia en un
tiempo creativo. La filosofía se abre y se involucra con la psicología y la
sociología.
El cambio es importante y fue seguir caminando
y en perpetua emoción e influencia del bergsonismo como reacción al racionalismo
puro. Lo que queda a partir de las meditaciones cartesianas es el contacto con
los hechos sociales, pero no es anti intelectualista no Bergson, ni en la etapa
que abre en filosofía. El regreso al real sí es así en general y una
Inteligencia en evolución creativa que se basta a sí misma sin lo intelectual. La
razón sola no basta para hablar sobre la conducta humana. El psicoanálisis no era
opuesto a la filosofía de Bergson. De hecho las afinidades entre Freud y Bergson
le dan su asociación con el yo profundo. La filosofía del espíritu avanza. La crisis
fundamental de lo actual retraduce aspiraciones. Nos damos cuenta de la imposibilidad
de escapar de la sombra de Bergson en cuanto a la profundidad de la vida y de
del conocimiento del real también. Ahora compararnos con el existencialismo es
muy reciente quizás pues su influencia sigue en nosotros, más bien somos
existencialistas en general permeados por la ruptura de Bergson y el interés en
lo real y en el tiempo creativo y en lo concreto.
Lo abstracto de un Hegel deja su dialéctica e historicidad
para ir a la situación. Las formas de racionalismo opuestas a Bergson se
desvanecen en su rigidez y el tiempo creador toma lo real. Se busca en el talento
del hombre y se deja su racionalismo, lo muy cuadrado se cambia por la curiosidad
del espíritu. El interés por Hegel y el marxismo queda atrás. Era un mundo cerrado
en sí mismo con sabiduría y posiciones definidas y enteras que se mueve a la luz
de elementos de la cultura. El racionalismo entra en contacto con las ideas. El
corazón del real y experiencia cobran vida. El existencialismo sigue estando en
todas partes que es por lo que tiene éxito hoy en día la voluntad de no sólo
construcciones intelectuales. Es voluntad en filosofía que no se ausenta del
mundo y pregunta de acuerdo con el hombre y su situación. El problema del otro
cobra vida con Levinas y aún un Bergson no dijo una palabra al respecto. Filosofía
es hoy sólo el hombre y sus proyectos particulares dentro de un proyecto total
existencial del hombre, es unir lo concreto y lo general. Como conclusión temporal
dicen estos filósofos franceses, no creer en un declive de lo intelectual en
filosofía es más bien que parece que la filosofía no responde a sistemas
generales totalizadores pero el interés por la filosofía es ardiente, como
nunca, da ejemplo reflexivo. Busca resultados más precarios, es con ambigüedades
e incertidumbres como trabaja. Ya no se
puede explicar todo pero el interés es más ardiente que nunca y con humildad se
logran cuestionamientos interesantes que transforman a la sociedad creo yo. Tenemos
dentro las reflexiones de la historia de la filosofía y particularizamos y agregamos.
Es verdad que con las grandes teorías dentro y sus reflexiones ahora tendemos a
lo concreto. Me pregunto si en esta vida rápida de acción y exigente no
estaremos perdiendo algo importante de nuestra capacidad de abstracción. La
existencia humana es compleja y vamos y venimos en tendencias. Sí es muy bueno
a grandes rasgos lo acontecido hasta ahora y habrá que mejorarlo, tejer más
fino y agregar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario