Estoy en un momento diferente de vida, tratando de comprender los nuevos viajes que mi existencia terrenal me tiene preparados. He realizado muchos recorridos y diferentes integraciones en mi vida y parece que debo de analizar profundamente lo que sigue. Quiero hacer un recuento, verme en el espejo y preguntarle a todo otro qué de mí necesita más y cómo lo necesita. Me parece que es central crear y compartir la obra en todas sus manifestaciones. Pero quiero repensarla profundamente y comprender sus senderos, sus impulsos y sus personajes. Puede manifestarse de diferentes maneras y hoy todo me sacude dentro para compartirme de la mejor manera posible. Quiero estar cerca de la gente que quiero, familia y amigos, pero saber más de nuestras afinidades y aprovecharlas en cada caso. También es importante tomar distancia de lo que en otros nos lastima y aprender a escucharlos y dirigir los encuentros a lugares de ayuda que nos dejen bien a todas las partes. Me gusta por eso siempre buscar en la filosofía preguntas y respuestas de vida.
Encontrarnos con maestros de filosofía nos ayuda a dirigir la propia vida a lugares más y más elevados para la expresión en ayuda, el acercamiento a todo otro. Sartre quería poner a la filosofía en los cafés, en la calle, en la vida y que no sea solamente académica. Filosofar es precisamente ésto, parar y reflexionar, caminar y seguir con más fuerza. Saber que hay debates es dejar preguntas abiertas y caminarlas aceptando las crisis y los obstáculos. No es ni teología ni sicología, es lo real y las maneras de escapar de la realidad y regresar a ella. Al hacer filosofía nos asombramos de lo común y vivimos intensamente y no es evitar la angustia es aprenderla a ver, saber eso sí que en el otro desaparece. La filosofía enfrenta y más que encontrar siempre un sentido lo cuestiona. El hombre que se sabe sacudir es el que sabe regresar al orden y a la medida. Es como dice Camus, invocar al sol y comprender sus dualidades. Esta dualidad humana también va y viene del Otro al Mismo, tratando de estar más para el otro que para sí mismo. No es remedio la filosofía, responde con preguntas y yo hoy me detengo para dar entrada a estas preguntas filosóficas. Caminar sin parar no deja espacio a la reflexión de los actos. Es transformarnos para entregarnos al otro de la mejor manera posible. Es buscar la buena vida siempre en la reflexión de nuestras relaciones con los otros y con todo lo otro como la naturaleza. La filosofía es juego de vida y teoría.
Las palabras de los grandes filósofos entran a nuestro cuerpo y nos transforman. El sabio vive las verdades y el filósofo las entrega a los humanos para que den relatividad de luces profundas a su existencia. Dios es objeto filosófico de la concepción europea y es meditación de equilibrios y relación con la naturaleza. Filosofar es salirse de los extremos. Existe una relación fuerte con la tecnología siempre y es lo mismo, jugamos con la idea del progreso en todos los mundos sutiles y no sólo útiles. El progreso existe en filosofía, es algo circular, qué es la vida buena y hacia dónde se dirige y pasa por altos y bajos.
Aunque sepamos que no hay historia progresiva, como humanos necesitamos un cierto orden pero el chiste es abrirlo a varios puntos de fuga.
Así hoy, necesito dejar entrar las preguntas, temblar dentro y abrirme a varios puntos de fuga.
Te mece la diversidad de tus colores, mundos sutiles
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