Grace Nehmad

domingo, 3 de marzo de 2019

Existir para llevar a cabo el plan divino

Tuve una buena mañana en mi deportivo y fui a comer con mis padres y mi hijo. Después pinté un óleo de gran formato, lo hago una vez cada dos semanas y lo disfruto mucho, pero implica más trabajo y se me complica hacerlo entre semana. Ayer en la noche me puse al día de mis búsquedas de internet. Tengo muchos trabajos encendidos y es difícil darles seguimiento cada uno en su especie. Pero ahí voy! Lo malo es que mi tiempo se acorta y alarga extrañamente. Mi intensidad me lleva a producir con fuerza, después, mi letargo me apaga y lucho contra él. Afortunadamente, no me dura mucho esa faceta y me pongo a trabajar ya comprendiendo que parece que esta etapa viene así. Es dar clases un día y analizar la clase muchos. Está bien porque sólo así puedo crear en mis clases y recopilar y escribir todo lo que pasa. Son clases-investigación. Los complementos diversos me permiten mucho. Nada gobierno, sólo analizo, cambio, reinvento y lo de aqui lo llevo allá. Pero nada comprendo. Mi midrash, en frente de mi casa por ejemplo y todos iban sin mí, ahora no soporto la semana sin èl y sus personajes, sus rezos, cantos y clases, su seuda. ¿Cómo sobreviví antes?  Así es la vida, un enigma. Amo vivirla para traer luz al mundo y existir al servicio divino. Aquí estoy para hacer lo que de arriba me manden en amor.

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