Grace Nehmad

domingo, 17 de marzo de 2019

crecer espiritualmente paso a paso

Desperté con nuevos bríos. Quise encontrar nuevamente el sentido de mi historia y hacia dónde quieren ir mis caminos. Ayer por la noche un extraño vacío me dominaba. Fue muy extraño que me invadiera al terminar shabat, nunca me sucede. Shabat me llena de energía. Quizá se deba a que todos se fueron de puente y me quedé y me quedaré en general y mi hijo ya creció y yo no hago más que trabajar y tuve miedo de mi soledad que se agudiza. Nunca me viví así. No creí estar sin pareja y duré 18 años de casada, ya llevo 10 de divorciada, ¿será mi futuro ya siempre sin pareja? cada uno con su familia y pareja, mi hijo con sus amigos y yo sola. Lo curioso es que estoy muy bien sola y llena de amigos y familia extendida, de maestros y guías, de alumnos preciosos, tengo a mi Rav. Pero vienen las vacaciones y yo sola, no me alcanza para nada, ni me doy a basto con los básicos. No se ve de dónde vendrá mi ingreso y yo trabaje y trabaje. Mi tema religioso es solitario. Ayunar sola y festejar sola. Voy a mi midrash que amo. Está bien, vine a trabajar, a compartir la obra y a dar mis clases, a ayudar y es bellísimo cuanto hago. ¿Pero ya no iré nunca al cine con mi pareja?, ¿a ver una ópera o un concierto? ¿Al museo? Sola o con mis padres y los cafés y cenas con amigos, las comidas familiares, menos mal. ¡Cuánta soledad! ¿Dónde el otro y mi otro para dialogar? Mis diálogos son rezos, cantos y meditaciones, estar en .A., ¡me fascina! Pero .A. es muy celoso quizá, o ¿soy yo? Es que no me parece normal. ¿Qué se construye en pareja si no es una familia? En verdad puedo estar sin viajes y trabajando como pocos. Tengo mis investigaciones en todo y si no hago una cosa, es otra, pero no es lo que marca mi judaísmo. Me salvé al divorciarme y rescaté a mi hijo y hasta a mi ex de algo insostenible, no me arrepiento ni tantito, pero pues voy quedando en un lugar cada vez más solitario. Eso planteaba como ideal mi maestro de poesía, como Émily Dickinson me decía, y hace poemas chiquitos como los tuyos. ¿Para qué te vas a tus cafés?, me decía, sólo trabaja en tu casa y ya. Es extremista para mí, quiero a mis niños, mis clases, mis cenas y cafés y me sentía con derecho a una pareja. Ahora que empecé a preguntar, no tuve respuestas positivas, están locos todos. Tampoco es para tanto, estoy muy bien así, sería acompañarnos, dialogar, amo platicar y acercarme completamente al alma del otro, de mi hombre. Nunca me gustaron las mujeres, algunas en los gremios de arte se me lanzaron, no es mi tema, cero. Tampoco soy monja. Me encanta compartir la vida con mi hombre, y soy fiel y monógama. Pero 10 años sola, pues me pueden nombrar monja si no cambia algo. Sin casarme, nada. Los hombres están locos de sexo. El sexo por el sexo, tampoco tiene caso. No creo que yo pueda hacer gran cosa por encontrar una pareja, tendría que pasar y no veo cómo. Lo de los viajes, tampoco haré nada, no me interesan lo suficiente y no tengo dinero. Así pues, seguiré desarrollando a lo que vine y creceré espiritualmente paso a paso.

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