Grace Nehmad

domingo, 13 de junio de 2021

Salir de nuestra guerra mundial a través del otro

 


Primero que nada, la filosofía no es sólo de clase, es para los otros, pues la sabiduría es para todos.

Quizás hay una filosofía para los filósofos y luego debe bajar para el terreno, para la educación de institutores y de la sociedad. Así, los optimistas tienden a bajar a la calle y viven una filosofía radical para cambiar la filosofía y los tiempos de su época. 

Michel Onfrayen escribe su libro de las historias de decadencia de la civilización del judeocristianismo y la europa blanca que se desgaja y se borra  del mapa para él ya que se mundializa una nueva civilización emergente. Nacerá del nihilismo y quizá vendrá del islam que sí muere por sus ideales y por eso puede ser la nueva civilización que se establece por la sangre. El autor sostiene que los bárbaros hoy son civilizados mañana. Es una historia la nuestra de vencedores. La sangre corre, sacrificios y torturas instalan el nuevo orden. La revolución  francesa fue con sangre. El once de septiembre es un momento en el que Bin Laden declara la guerra al occidente. Se trata de una guerra asimétrica desde el desierto y los desarrollados no logran nada contra ellos... La guerra hizo morir a cuatro millones de musulmanes y retoma con Bin Laden. Para llegar a ese punto Francia escogió ser de los que atacaron a los musulmanes. No digo moralidades dice Onfray’ es juego de fuerzas y es objetivo. Así,la política internacional genera el terrorismo y estas armas que se rebelan.

Es la verdad de un grupo que quiere imponerse. Es que en realidad no hubo  decolonización y ahora la guerra lucha contra el consumismo e individualismo. Se trata de una guerra planetaria y los intentos de democracia y de un nuevo equilibrio laico, pero en realidad continúan las diferencias y los cinturones de miseria. La generosidad que invita a vivir bajo los puentes sin educación es una falacia ya que no son soluciones. La miseria debe combatirse pues después no los logran establecer ni educar y dar oportunidades a esos migrantes. Ser de izquierda es imaginar una miseria generalizada. Onfray es crudo en sus observaciones. Nada es posible para él, ¿Es pesimismo? No estamos listos para morir por iphone y si el islam hará la guerra ¿qué podemos hacer?Tenemos una guerra civil en Francia, señala. Debemos nos dice morir con elegancia. Pienso que estas argumentaciones se extienden al mundo y son una realidad pero volviendo al principio, pienso que sí hay salida y que es precisamente el otro la llave, la filosofía de la calle, la conciencia, el superar las luchas por la sangre y lograr el diálogo desde y para el otro, liberándolo, claro está, de la miseria. Necesitamos soluciones creativas de respeto y escucha. Es lo que creo, de la calle, del otro en humildad desde la ética levinasiana.

Respetar las diferencias y ser para todo otro en amor y conciencia


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