Grace Nehmad

lunes, 30 de septiembre de 2024

Canto divino en unión

 Dice mi Rabino Yerahmiel Barylka en su comentario de esta perasha Haazinu , en su blog, que cuando  leemos la larga invocación de Moshé al pueblo de Israel de Haazinu en nuestros días terribles, descubrimos que no le habíamos puesto suficiente atención a su sentido.

Moshé habla a su generación a punto de embarcarse en la conquista y asentamiento de la Tierra de Israel y arenga a todas las generaciones posteriores del pueblo judío, miles de años después.

Haazinu es un documento testimonial, que describe en versos conmovedores y a veces oscuros el amplio espectro de la historia judía.

 Moshé traza relación entre Dios y el pueblo de Israel desde el principio de la historia hasta su conclusión escatológica.  Con palabras concisas y mesuradas, detalla los acontecimientos fundamentales en la vida de la nación de Israel. 

Moshé describe la posterior caída del pueblo, presa de una combinación letal de la abundancia material, la deficiencia espiritual de sus vecinos y el consiguiente alejamiento de los valores prescritos.  Los reveses se suceden en forma de dominación enemiga, conquista, exilio y casi exterminio.

Como explica el Rambán, los versículos de Haazinu que describen el exilio y sus tormentos, son una descripción del estado de los judíos después de la destrucción del Segundo Templo hasta la época contemporánea. 

En otro comentario hice referencia que la decadencia que a veces provoca la abundancia está relacionada con los reveses que sufrimos en nuestros días. En Haazinu leemos esta frase premonitoria: “Yeshurún engordó y pateó; se hartó de comida, y se puso corpulento y rollizo. Abandonó al Dios que le dio vida y rechazó a la Roca de su salvación” (Devarim 32:15). Cuando una nación va en búsqueda exclusiva de su bienestar material y su goce, no puede mirar a su alrededor y cuando sus líderes gobiernan para tener el apoyo de sus bases y se entregan al populismo fácil, pierden la perspectiva del bienestar y la seguridad de sus ciudadanos.


Espero que seamos capaces de retornar este año nuevo a nuestro canto divino interior iluminados por el camino que nos trazo Moshé y no nos dejemos distraer por falsos ídolos como el materialismo. Que este año nuevos cantemos juntos en la aproximación de nuestros corazones la unidad que traiga toda redención, la redención final. 

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