Grace Nehmad

jueves, 30 de abril de 2020

Ta fleur

Flor de tus sueños
en mi huella dorada,
despiertan rastros.

Ta fleur ouvre ses rêves
dorés à l’univers.
Demain ses lumières
laisseront leur trace
sur l’oreiller
de tes nuits blanches.


Despierto feliz con la idea de esta flor en mi mente. Me inspiró ayer y me inspira hoy. Sus dorados me curan y me dan fuerzas y sé que recargados en la belleza existencial mejoraremos pasito a paso.

Repensando a Kant en mi vida


Kant

Empezó mi día con una cancelación pues yo ya lista y me desperté más temprano y me apuré y nada. Ni modo, me da más tiempo de escribir. Ayer estaya repasando a Kant, mi idea en leer los orígenes de la filosofía y un autor moderno al mismo tiempo y me estoy preparando así para mi doctorado en filosofía y para fortalecer el hecho que estudié sociología y demografía y después la pintura y poesía me llavaron del lado de la filosofía. Pero investigando sus orígenes, tal pareciera que Tales de Mileto estaba ahí, en lmatemáticas, pero con él estaba el método y la deducción de proposiciones lógicas que después se emplean en la filosofía y creo que fue el cambio de mi camino, de las matemáticas y mi interés por la abstracción total, a la filosofía y pintura y poesía, la palabra, el lenguaje. Dicho esto, ahora que reviso a Kant, veo que él vio que Hume no explicaba claramente la causalidad y por eso se adentra en querer echar luz sobre esta cuestión pues una cosa es la experiencia y otra el que entre la razón el juego y en la experiencia misma tenemos el conocimiento a priori. Estamos hablando de lo empírico y del razonamiento y deducción lógica. Ya en la Grecia antigua estaba presente esta situación, el interés por aclarar más los acontecimientos y no dejarlos al azar.



Miró la naissance du monde. 1925



      Quizás Kant busca aclarar más, discernir entre lo que sabes a priori, lo que experimentas y lo que reflexionas, para después poder incidir en tu camino de vida, estar presente en él, sería hoy en día una manera de decirlo y no creer que las cosas pasan y nos pasan sin más.

      Me atrae mucho pensar en ello porque he venido buscando claridad en mi existencia, saber qué provoca qué y hacer más de los buenos resultados y menos de los malos. Así, parece que la filosofía es inaccesible para los mortales y está a la mano de todos y puede utilizarse en un cotidiano con muy buenos resultados.

      Para Kant hay una voluntad que nos lleva a hacer el bien en sí mismo y no por miedo. Unir estos aspectos me parece importante, por un lado buscar el bien en sí mismo y acercarnos a ser nosotros mismos el fin y no el medio para otros, tener dignidad y no corrompernos y por otro lado, analizar nuestros objetivos de vida y desmenuzar lo que nos pasa. Se trata de no creer que lo que nos pasa es aleatorio, hay mecanismos lógicos y causales detrás.

      Si pensó en todo esto, creo que en mi vida los hechos me han rebasado en general y no me he detenido a ver lo que me pasa y cómo lo estoy causando yo misma, ni lo bueno, ni lo malo. Entonces pienso en los beneficios de esta pandemia para este proceso mío y supongo que a todos nos ha ayudado a detenernos y a repensar por qué estábamos donde estábamos y qué buscábamos de ello. 

Además, yo he reorganizado profundamente mi casa, su limpieza, su comida, su manera de utilizar lo que en ella hay, su cuidado y respeto, su convivencia y reglas dentro. Los que aquí vivimos somos ya otros. Todo es mucho más claro y ordenado. Mi persona seestá integrando de una manera más decidida, al grado que, me costará trabajo regresar a los espacios públicos. Para mí, están bien en la pantalla, me dan tiempo de pensarlos.

Afuera, en el cotidiano, todo camina demasiado rápido y nologro detenerme. Espero que se levante nuestro confinamiento pronto y que el repensar las ideas de Kant entre otros, me forme y prepare sólida para salir de casa.

C’ est le chapeau qui fait l´homme. Max Ernst.1920

miércoles, 29 de abril de 2020

Buscando mejores soluciones existenciales


En este mundo al cual vinimos a actuar para elevarnos espiritualmente, tenemos mucho por aprender hasta de los detalles más insignificantes reflejados en el rostro del otro.


      Fragonard

Siempre quise estudiar, leer y cambiar de mundo, abrir mundos, soñar. Como tienden a ver el mundo la mayoría no me gusta. Es muy terrenal, concreto. De entrada, nada se puede, es desesperante y yo sueño y siento todo lo contrario, es tiempo y dedicación, es estudiar más y averiguar lo que verdaderamente necesitamos y empujarnos desde ahí.



Gimnasio, Grecia antigua.



      Entonces, supe que necesitaba repasar los orígenes de la filosofía y regresé a mis libros de la universidad. El gimnasio griego, el valor del estudio y de ese perseguir el origen de las cosas, observarlas, comprenderlas para alcanzar la justicia a través de nuestros actos.

      Primero, la mayor virtud está en el heroísmo que eleva al hombre a semi-dios. ¡Qué bueno que ya no pensamos así! Y sin embargo, algo de ello permanece en nosotros en un desagradable espíritu de competencia y dominación. Nuestras raíces griegas en occidente tienen su influencia positiva y negativa y creo que las raíces judías tienen mucho del mundo oriental y equilibran estas nociones egoístas erradas. Aunque la cultura griega protegía a sus ciudadanos, a menudo lo hacía desde el individualismo. Las ciudades-estado independientes empujaron el desarrollo comercial y social, la democracia, la busca de la ayuda a los más necesitados y el mundo griego fue en la antigüedad lo que el cristianismo a la edad media.

      Pero en ese individualismo y competencia nos hemos perdido y debemos buscar sociedades más justas e incluyentes tal como lo propone Levinas, desde la ética como centro. Homero y Hesiodo fueron el centro de los orígenes de la filosofía griega rescatada en sus textos y que se diferenciaba ya de las búsquedas de la ciencia como las representa un Tales de Mileto. Es importante revisar los orígenes de la filosofía para actualizarnos desde ahí. A mí me gusta combinar las reflexiones de sus pensadores con la visión judía del mundo y desde nuestra actualidad con las esperanza de echar luz en nuestros procesos de vida y poder ayudarnos con mejores soluciones existenciales.
     

La pandemia me empuja a reflexionar y hacer cambios


Mi día parece similar a todos, pero estoy algo desanimada por la situación de pandemia que estamos viviendo y porque la gente está desanimada y nos llegan muchas noticias que generan más incertidumbre. Todo está cerrado y vacío allá afuera y ya no salgo para nada. Antes aún iba a comprar un par de cosas y ahora ya todo lo ordeno a casa. Me preocupa el pensar en cómo resistiremos en el mundo y en cómo lograremos reorganizar el trabajo y los recursos.

Mucha gente trabaja a marchas forzadas y otros sufren de no tener nada por hacer. Yo estoy en el medio. Mis actividades siempre han sido autoimpuestas con gran disciplina, pero siempre han habido fechas alrededor, procesos en marcha hacia un fin. Una exposición, una titulación, trabajos y entregas. Ahora todo eso está un poco parado y, además, es trabajo que ya tengo terminado. Por ejemplo, el de mi próxima exposición. Tengo cosas importantes que trabajar que me tensan mucho y ni siquiera sé si se cumplirán.  

      Me vienen mucha presión y trabajo en el día y después, extraños vacíos. Mi mano debe rehabilitarse y me cuesta un gran esfuerzo hacer sus ejercicios. Medito con gran fuerza y doy mis nuevas clases en youtube algo impersonales y que presionan tanto que opto por no hablar de ellas y dejarlas fluir. Ver mi imagen en la pantalla es muy extraño, también decir y estar nerviosa de no olvidar nada o de decir de más pues son temas delicados muchos y no vale la pena enredarse en varios de ellos. Me castigo mucho después de grabar y no vuelvo a grabar porque nunca terminaría de hacerlo, soy muy perfeccionista. Eso me está costando trabajo y el no tener a mis alumnos cerca, extrañas formas de comunicación que estamos usando. Pero llegas y te llegan, supongo que es el objetivo.

Años de trabajo en mis libros y se abre la posibilidad de compartirlos en amazon. Es una pelea intensa. Tenerlos listos y estar al pendiente para que lleguen a la gente y yo misma pueda adquirir algunos impresos y tenerlos disponibles para hacer regalos. Es un sueño muy fuerte y me emociona mucho, después me entristece porque está en proceso y no sé si se logrará y si se logra, ¿realmente cuánta gente va a adquirir mis libros?, ¿habrá interés? ¿en realidad los quiero sólo para mi gente? Los gastos suben y mis actividades no me generan ningún dinero, eso es deprimente. Después, me entrego a ellas con alegría, a mis seres queridos, a darles y a apoyar sus caminos, a motivarlos y llenarlos de luz. Olvido todas mis imperfecciones, todos mis errores y lo que me estaré saliendo de ciertas normas.

Me aferro a mi fe y me entrego a Dios y le digo: “lo hago todo para Ti, cada grabación y cada esfuerzo, pon tus palabras en mi boca para que sepamos qué hacer en estas circunstancias apremiantes”. Que Él me acerque pues a todo corazón y lo ayude a encontrar soluciones, las que necesita para empujarse y enfrentar estos tiempos tan pesados.

      Estamos subiendo la cuesta, en el día 17 de Omer y no está siendo nada fácil. Aún nos falta mucho y yo trato de meditar en nuestra liberación espiritual. Recuerdo un sueño mágico que tuve hace unos años por estas fechas cuando realizaba un trabajo de la maestría en estudios judaicos y ni sabía que su estudio me llevaría a estudiar profundamente Torá y a practicarla. Soñé que bailaba cargando la Torá, cosa que las mujeres no pueden hacer. Tenía mayas blancas como los ortodoxos y zapatos puntiagudos dorados como de duende o de bufón con campanitas y mi felicidad era absoluta.

     


 

      Después de este sueño, me costó mucho trabajo regresar a la tierra. No sentía los pies en la tierra, seguía arriba, volando. Me costó trabajo hablar, estaba aún absorta en otra dimensión. Ni sospechaba lo que me pasaría en unos años más. Me volví religiosa y ahora la Torá es el centro de mi existencia.

      Entonces, debo llevarla a la gente y cuidarla y bailar con ella. Los zapatos y campanitas siguen llamando mi atención. Es como esta parte de grabarme, de ver mi imagen y desempolvarla, de reírme de mi y de todos mis miedos y superarlos. De dar un mensaje firme y transmitir seguridad siendo que a menudo en mi familia mis risas degeneraron en una devaluación de mi ser y su extremo me tornó en un joker en varias escenas que ya no estuvieron nada chistosas.

      Ahora debo capitalizar todo mi recorrido y avanzar hacia una imagen sana y segura de mi ser, sin risas nerviosas desenfrenadas, en la fe y en la calma de saber que estoy en el camino y ayudando a todos a llegar.

     


      Jacques Callot

Des comiques italiens, 1622 de la serie de grabados Bali de Sfessania.

      Se trata de saber reírse de sí mismo y a la vez, no devaluarse y saber que porto un mensaje de luz real que debe tomarse seriamente, con alegría, pero con credibilidad. ¿Qué puedo decir? Yo misma no me lo creo. Una niña de su colonia. Crecí como la cuarta hija, casi sola, en mis fórmulas, canciones y estudios, pero a mi manera, en mi familia y a la vez, siempre fuera de ella por mis diferencias. Y entonces, me amaban y los amaba haciéndolos reír con todo tipo de representaciones espontáneas. Ahora, esto es serio y al mismo tiempo, está lleno de drama y color, de la historia de nuestro pueblo que no ha sido fácil y se ha complementado con grandes fiestas, chistes, leyendas y comilones. Nos reímos de nuestras carencias y avanzamos. Supongo que soy un claro reflejo de mi pueblo, pero crecí con muchas diferencias que viví sola y solamente ahora comprendo que a todos nos pasa lo mismo, y más como pueblo.

      Estuve leyendo a Levinas en shabat y leía y releía sus explicaciones sobre la huella. Son bastante complejas, pero lo que más me gustó es saber que vivimos en la huella de Dios, ¡qué imagen! Me pienso tratando de rescatar su paso por la tierra y guardarlo en mi corazón. Vivo para absorber ese paso y compartirlo. Su huella trae significado a nuestra existencia y en la huella de todo otro también nos recreamos. El Rostro que cambia a cada instante y se nos escapa, nos va dejando su huella al pasar y es en ella que podemos dar sentido a la propia existencia con los deberes que nos deja (Levinas, 1974).

      Así, un amigo esta semana me confrontó sobre el tema de mi risa de mí misma y me impresioné, de no mencionarlo, no hubiera reflexionado al respecto y es algo que debo trabajar profundamente. Sin el otro no somos capaces de ver demasiadas cosas y es Dios a través del otro quien no las revela para trabajarlas a nivel alma.

      Lo curioso es que fue en una llamada telefónica que me dijo todo esto, mientras lavaba verduras para darle de comer a sus conejos.



Grabado Durero 

Reflexiones sobre la Huella en Levinas aplicada,


La huella (Levinas humanismo del otro hombre)

El rostro se escapa a cada instante y nos visita para ayudarnos a crecer a través de atender a su llamado. Viene del infinito, del otro mundo, dice Levinas, pero será como un mundo paralelo abierto en conciencia y que sabe todo lo que nosotros hemos olvidado. Ese rostro que hoy aparece es ya huella de quien fue y es ya otro. En el otro que es, me sacude, me saca de mi rutina conocida para empujarme al saber al que me he cerrado porque lo he olvidado.

      Ese saber que olvidé por miedo quizás quiere recordármelo todo a través del rostro del otro que me abre un puente hacia él. Mi llave de acceso es ese rostro que me interpela y sin embargo, lo olvido una y otra vez. Me pierdo en las demandas interminables materiales de la existencia. Sus cadenas me atrapan. En especial, el orgullo, la soberbia y la codicia. (Perasha tazria y metzora) En especial, la falta de control y conciencia que llevan a hablar sin filtro y normalmente a hablar mal de todo otro como un pájaro desenfrenado (no es raro que en esta porción bíblica se sacrifiquen pájaros como expiación de este mal). No se trata de eso. Se trata de dirigir y redirigir en cuerpo y alma nuestras acciones para tener la capacidad de detenernos y retirarnos de un mundo que avanza hacia su propia destrucción a una velocidad vertiginosa.

      Es necesario escuchar y detenernos, no valorarnos en términos monetarios, en términos finitos, nuestra alma no tiene precio. Aprendamos a vernos en el espejo de nuestra verdad que es el espejo que nos abre el rostro del otro. Nos quejamos de que el otro nos encasilla, pero somos nosotros los que buscamos someterlo con nuestra mirada, dominarlo. ¿cómo podemos liberar a todo otro de nuestras propias anclas?

La desconfianza y el miedo vienen del no querer entregarnos al otro, a nuestra verdad, a nuestro crecimiento y libertad que promete liberar a otros. Al mismo tiempo, ahuyentamos a todo otro cuando no somos conscientes de sus necesidades, de lo que nos quiere decir e invadimos su espacio vital descaradamente, sin ninguna regla ni respeto.

      La Torá nos marca reglas de convivencia y es importante prestarles atención. Somos desenfrenados, no tomamos en cuenta las historias de los demás, sus inquietudes y necesidades. Nuestro yo es enorme y desplaza los colores del otro, centro de mi existencia. Olvidamos una y otra vez que nuestra vida en el planeta fue creada para darse a todo otro y se trata de él, no de nosotros.

En cambio, nos preocupamos de más sobre el qué dirá de mí y que pensará de mí, desde el juicio que hará de mí. Es una distorsión, no vinimos a ser una imagen de lo que el otro quiere de nosotros, vinimos a asistirlo sin importar nuestro yo que más bien emanará a través de pulir nuestras cualidades al servicio del otro.




Fernand Léger Three Women 1921-22






Estos tres personajes son uno en sus facetas, pero como imagen y robotización y no como las partes del alma que vinieron a manifestar y sin embargo, algo de su alma se manifiesta a pesar de todo y es quizá lo que más nos cautiva de esta obra. Vemos a una serie de yo´s tratando de escapar de la imagen que nos hacemos de ellos como si estuvieran presos, acartonados, y a pesar de todo, queriendo salir del encierro y decir su verdad.

       La verdadera luz puede brillar, nos dice Levinas. Entonces se afirma la verdadera universalidad que servirá al universo y se llama mesianismo. Y continúa, concepción peligrosa porque cada uno podría querer su verdad sin compromisos. El peligro está en la politización de la verdad y de la moral. Un midrash cuenta que el primer hombre del universo era tan grande como el universo. El universalismo judío es el del hombre vestido de la altura que separa al cielo de la tierra. Quiere decir antes que nada, que Israel no mide su moral a la política y que su universalidad es el mesianismo o justicia social  misma (Levinas, difícil libertad p148).

      Concluye Levinas esta idea diciendo que antes el judío estaba fuera de la historia universal y después de la emancipación ya no, el sionismo es la apuesta de particularizar lo universal y desde las fronteras de Israel propagar los valores humanos universales (Levinas, dif lib p 149).

      Entiendo entonces que la era mesiánica vendrá en ese Uno al cual todos queremos pertenecer y embonar dentro. Pero para ello creo que debemos hacer un gran trabajo espiritual, dar un gran brinco. Así, me peleo con mis imágenes en la tierra, con mis palabras. Esta semana que la perasha habla de la lepra y de que se adquiere por hablar mal del otro establezco los paralelos, también con la pandemia actual del coronavirus, ¿cómo cuidar nuestras palabras y la imagen de nosotros que reflejamos al exterior? ¿cómo el otro es el único que puede devolverme el impacto de mi imagen y de ahí mi responsabilidad de devolverle una imagen de sí mismo que lo eleve?

      Un hombre enorme, ese podemos ser al elevarnos. Y luego, las distorsiones, las distancias que nos alejan del corazón del Uno. Entonces, me río sin control como el joker, mezcla de nervios y de no aceptación porque no quise ser el acto que materialicé sin conciencia y no ayudé a nadie y quiero ser perdonada, que tengan compasión de mí, pero yo en realidad, no me perdono y no suelto la necesidad de esconderme, de justificarme y la distorsión de este mundo se exacerba y el desfase entre el tiempo interior y el exterior, entre lo que quise decir y lo que fue, entre la palabra y la imagen, aumenta.




Kurt Schwitters Merz Picture 32 A. The Cherry Picture (Merzbild 32 A. Das Kirschbild) 1921


      Merz viene de Kommerz en alemán que quiere decir comercio. A través de este collage de un medio abstracto, penetramos el depositario de la memoria y la materia (Moma 1994).

      Como piezas de un rompecabezas podemos materializar a ese gran hombre a través de todo otro si sus palabras buscan curarnos y no enfermarnos (Sacks, perasha metzora).

Levinas y el rostro social incluyente


Levinas

En Levinas es avanzar en el rostro social incluyente desde la estética y profundizar, sensibilizarnos para mejorar todas nuestras relaciones humanas, aproximarnos, tengo camino andado, pero es tejer más fino y buscar los nexos y empujarme desde ahí.

Que me acepten y me den la beca, que borre de mi existencia las viejas problemáticas y violencias que he sufrido y me han torturado y avance más libre y segura, más tranquila. ¿Por qué he sido tan insegura? Tuve muchos padres y todos me criticaron mucho pues fui muy diferente siempre. Me cuidaron y criaron, pero así, en dualidad, con lo bueno y lo malo.

Crecer es aceptar que no siempre podemos complacer a todos y que en el camino se van sumando manos y debemos aceptar que no siempre podemos.

¿Qué hago ahora para mantenerme activa? ¿Creo que tendré que empezar mi siguiente investigación?… ¿un receso de una semana?

Es que en estos tiempos difíciles de pandemia es mejor estar activa ¡Mañana me sigo!

Comenzaré pues con el rostro,

El rostro levinaseano

      El rostro es un centro importante de la obra de Levinas pues se trata de aproximar a todo otro a través de su rostro. Me acerco a su alma, no a su parte física. Sin embargo, muchas veces invadimos al otro con la mirada y somos agresivos cuando deberíamos aproximarlo desde el corazón. En francés la palabra dévisager(viene de visage que significa rostro pero con una alteración) se utiliza para decir que se observa a alguien con insistencia. Este verbo quiere decir poner los ojos en el otro como una cosa que observamos sin encontrarnos realmente con ella. En ese caso, el extranjero a menudo se siente observado de esta manera negativa.

      De manera totalmente opuesta, Levinas asocia la desnudez del rostro y su fragilidad con nuestra responsabilidad para con él cuando lo encontramos (Poché, 2015, p.30). Pero para Levinas, el otro no es ni la descripción física de su rostro, ni sus orígenes, ni sus ropas, ni su cultura, es un alma. Su rostro es la cara exterior de su alma. La manifestación del otro es toda una significación y no es la imagen que me hago de él, se me revela siempre radicalmente otro. Su rostro es huella del infinito. El sujeto al encontrarse con el rostro, se encuentra con su singularidad, su unicidad, su dignidad y ello rompe con toda preconcepción sobre él.

      La significación del rostro más allá de lo que vemos no es su contexto. Se trata de un rostro que me llama y me obliga a reaccionar, a despertar de mi letargo para activar mi razón existencial de responderle. Tratar de encasillarlo es un acto violento. Por el contrario, el rostro nos saca de nuestro egoísmo que se transforma en inquietud por atenderlo. Se trata de oponerse a la apropiación del otro como cosa al permitirle la expresión de su libertad. El rostro así llama al sujeto para escogerlo y el sujeto manifiesta su disponibilidad y dice: “aquí estoy” (Poché, 2015). Vemos aquí manifestarse dos tipos de libertades en este encuentro. Del lado del sujeto, el rostro le permite ejercer su libre albedrío desde el encadenamiento a él y su responsabilidad de asistirlo. El sujeto elige desde la no elección, desde haber sido elegido por el rostro. En cambio, el rostro es libre de expresar su ser, de manifestar el infinito en su mirada.

      Derrida nos señala la importancia de la hospitalidad que está presente de manera central en Totalidad e Infinito de Levinas. Se trata de lo que el rostro comparte con la hospitalidad, de la preocupación por el otro que se despierta a través de su rostro. En esta línea de pensamiento, encasillar al otro es manifestar poder y querer dominarlo, atraparlo, quitarle su libertad de ser él mismo (Derrida, Adieu á Emmanel Levinas, Galilée, 1997 p.49).

Con estas ideas del rostro en mente quisiera reflexionar acerca de la pandemia que vivimos actualmente. La pandemia nos obliga a guardar distancia de todo otro, a no tocarlo, a mirar su rostro a través de una pantalla y vernos orillados a no saber sus detalles que se pierden en la pantalla, detalles que Levinas diría que nos llevan a encasillarlo a través de su físico.

      En estos tiempos, vemos su silueta y en cambio escuchamos más claramente su voz, eco del alma. Podemos finalmente aproximarlo desde su desnudez. Y me pregunto, ¿será que hemos tocado sin conciencia?, ¿será que hemos violado los contornos del espacio del otro sin ningún cuidado hacia la epifanía de su rostro?

      ¿La distancia obligatoria para evitar el contagio del coronavirus no es más bien restricción ganada por el mal uso que hemos dado a los espacios de todo otro y ese infringirlos constantemente sin pedir permiso, sin mirarle siquiera, en una violación absoluta de su ser?

      Pues claro que el otro ya esta harto de las invasiones y su inconsciente nos manda un bicho terrible para exigirnos de una buena vez: “¡no te acerques así, me invades! Es hora de que reflexiones y estás castigado porque no respetas nada. Así, en confinamiento, aprenderás la lección”.

      Nos centramos en la escucha como pueblo. Shemá Israel, “Escucha Israel: tu Dios es Uno” (Deuteronomio 6:4). La palabra Shemá, escucha, aparece 92 veces en la Torá y es la palabra primera del versículo más importante o popular de la nación judía. El llamado del pueblo judío es hacia la escucha. Escucha es entiende, comprende, presta atención. Sería pues, no comprender desde la razón únicamente, también desde el corazón. En especial, prestar atención a cuanto se nos dice, a los mensajes hablados y no hablados del otro (quizás antes de que use el coronavirus para ahuyentarnos como el ejemplo que aquí vimos).

      Tratar de entender al otro no es callarlo y explicarle sus dudas con fórmulas escritas en libros, es oír para salvar vidas y salvar vidas es salvar las inquietudes y necesidades del alma de todo otro. A menudo este tipo de atención y cuidado al otro puede rescatarlo y darle un sentido de vida por sentirse acogido en el calor de un abrazo espiritual que va mucho más allá de la dimensión física de la tierra.

      Quisiera aquí sensibilizarnos con estas ideas a través del arte en una creación moderna que nos abra a estructuras cósmicas. En Construcción espacial número 12 de Aleksander Rodchenko apreciamos la perfección del entrelazamiento de formas simples que nos abren infinitos. Ello me lleva a pensar en la posibilidad que tenemos como humanos de entrelazarnos de manera simple, desde la aceptación de nuestra esencia y el respeto que nos proyecte y abra infinitos.


Aleksandr Rodchenko Spatial Construction no. 12 c. 1920



Así mismo, la reflexión del rostro y nuestra tendencia a querer atraparlo y dominarlo me lleva a repensar mi aproximación a todo otro desde un lugar más humilde, en hospitalidad, desde su voz en el eco del alma y esta imagen me inspira estas reflexiones, las abre, me ayuda en mi sensibilización.










Sophie Taeuber-Arp

Cabeza 1920

Recuento antes de pasar a una nueva etapa


Ahora me encuentro en un punto vacío pues justo terminé mi libro para el congreso y logré hacer mi proyecto para el doctorado. Pero no quiero dejar de escribir diario como parte de una rutina de trabajo como hago con todos los aspectos que desarrollo y quiero continuar haciéndolos en paz y con una rutina y disciplina de trabajo.

Al mismo tiempo creo que es importante hacer una reflexión antes de continuar mi proyecto de investigación y ver lo que ha pasado en mi camino, primero como investigadora, después en general en mi vida.

Empecé como demógrafa. Mi amor por las matemáticas me llevó ahí y entonces surgió mi amor por la investigación y por ayudar así. Investigué sobre la autonomía femenina en demografía y antes sobre política israelí y estratificación social. Todo ha sido una lucha, después tuve que salirme de esos caminos de investigación por mi matrimonio y me fui a la pintura y poesía. Pasé unos años hermosos exponiendo en lugares muy especiales como el Banco de México y nació mi hijo, ¡me hice madre! Sin embargo, mis actividades no me generaban ingresos estables y comencé a dar clases de pintura para niños, me enamoré de mis niños, mis ingresos nunca fueron suficientes y quizás en una parte importante por esa razón mi matrimonio tronó. Tratar de unir mis partes como madre y mujer, como ama de casa con mis inquietudes profesionales no resultó en ese camino. Con mi divorcio, quise regresar a la investigación, según yo para conseguir un ingreso estable aunque aún hoy vivo de mi pensión.

Como mis padres me invitaban la maestría en Estudios judaicos y conocí a su director en casa de la prima de mi madre y me sentí muy atraída a sus clases y a la poesía en hebreo, me animé sin chistar. Una oportunidad única se abría a mí, trabajar en investigación, pero desde mi identidad y quizá lograr unir así todas mis partes, mis mundos, el comunitario judío y mi historia en escuelas y universidades de tinte académico universal.

Ingresé así a la maestría en estudios judaicos con Danny Fainstein, su director. Fue maravillosa y me dio las bases que no tuve de formación académica en mi judaísmo. Mi judaísmo era tradicionalista, de unión familiar y con corte laico. En una clase de la maestría me encontré con mi maestro el Doctor y sacerdote, Francisco Sanchez Hernández y sacerdote, experto en Levinas. Ya mi primo me había hablado maravillas de Levinas y me fue fácil clavarme en él. ¡Hice investigación! Algo totalmente raro para una mujer de mi medio y en una universidad de estudios judaicos, fue más extraño aún.

Terminé la maestría y mi ingreso sigue nulo… Entonces, recurrí de nuevo a mis adorados niños, lo que hacen muchas mujeres para poder desarrollarse profesionalmente en mi medio y quizás también en el mundo. La educación en el medio de mi vida, torbellinos, formarme y no terminar en eso, pero conocí a mucha gente hermosa y me ayudaron mucho.

Debía abandonar la filosofía para continuar como educadora y mi desarrollo académico y profesional y lo probé. Me entregué a esa parte de mí, pero anulaba a las demás. Las torturas han sido intensas y los gustos y aprendizajes también. Tan poco valorada… tan entregada a mi familia ¿La vida en la tierra es así o se supera y después creces y te elevas y logras la curación? Al menos de los aspectos más torturantes me encantaría curarme… Me gustaría estar en otra parte más centrada. ¿Podré sacudir las heridas del pasado y avanzar? ¡No puedo complacer a todo el mundo y debo avanzar con fe! Seguiré mi recorrido, ahora, de regreso, luchando por estar en la academia, más bien aún tratando de regresar, pues no es nada fácil. ¿Qué puedo decir? Soy mujer, provengo de un medio muy cerrado que se dice abierto y vanguardista y no he dejado de luchar y de tratar de impulsar a otros a la conciencia y al cambio social en donde me ponen.

      Agradezco cada parte de mi proceso en esta tierra y avanzo. Al menos, ya soy más consciente de mi realidad y de que lo que me pasa es absolutamente normal. Se trata de la historia de la mujer y de sus intentos por lograr lugares dignos de desarrollo, de existencia. Se trata de la mujer, madre y esposa o pareja que también tiene derecho a tener un ingreso propio y no sólo un cuarto propio como Virginia Wolf. Se trata también de la mujer judía que tiene derecho a estudiar Torá y hebreo y transmitirlos también de manera escrita y académica y no sólo a través de cuentos para niños. Y por ahí va mi historia que continúa su camino buscando liberarse física y espiritualmente. Este año ya nos liberamos físicamente como pueblo y estamos en camino a recibir la Torá y festejarlo en shabúot para conseguir así la liberación espiritual soñada.

Buscar la luz interior y contagiarla en estos tiempos de crisis por la pandemia


Así describe la Odisea:

      …Atenea, la de los ojos de lechuza, se fue al Olimpo, donde dicen que está la mansión eterna y segura de los dioses, a la cual ni la agitan los vientos, ni la lluvia moja, ni la nieve la cubre-pues el tiempo es allí constantemente sereno y sin nubes- y en cambio la envuelve una esplendorosa claridad; en ella disfrutan perdurable dicha los bienaventurados dioses.

Odisea, Rapsodia VI en obras completas de Homero.

      Ésta es una hermosa imagen a la cual aspirar, se parece al infinito, al tiempo sin tiempo de la eternidad que quizá nos dé es mirada clara y segura que nos falta en la tierra. Me parece importante leer textos ahí para aspirar a las sensaciones que nos abren. Si fueron así escritos, quiere decir que tenemos esas imágenes dentro como humanidad porque algo en nosotros las recuerda y somos capaces de volver a ellas, sería quizás como volver a casa y elevarnos, elevando así nuestra dimensión existencial, a todo el planeta.


      Homero pensaba que nuestros orígenes se encontraban en el agua que representaba un estado más puro y esta pureza me hace pensar en el suprematismo ruso de Malévitch salvo que para él esa pureza eran sentimientos, ¿dónde se encontraría la razón para él? Para el mundo griego la razón lo es todo, pero así como el ciudadano para ellos no es el que tiene capacidad de voto, sino el que tiene derecho a ir a los eventos públicos de la polis , ¿de qué razón estamos hablando? Me parece que se trata de esa claridad que describe Homero en la Odisea que involucra a la ética, a la virtud y al corazón, esa no es la razón como la concebimos hoy en día. Parece ser que esto coincide con lo que había yo encontrado antes (Nehmad, 2018).


 Blanco sobre blanco.

Kazimir Malévitch,1918, Moma.

      Esta pureza de los sentimientos y su abstracción me atrae mucho. Lograr esa serenidad de la que hablaba Homero, la dificultad cuando las voces exteriores, lejos de ser sentimientos amorosos puros, están cargadas de negatividad y depresión, ¿Cómo salirme de esas nubes negras que me aproximan los demás? ¿por qué de repente me espejean tanta negatividad y sensación de desesperanza? Pues sí, estamos en el medio de una pandemia y dicen que en México en su peor fase. Pero en otros países ya están regresando a la normalidad. Yo quisiera pensar en que podemos aprender las lecciones de esta prueba y empujarnos hacia adelante con fuerza.

      Los ánimos generales de la gente están decaídos y a todo te dicen que no se puede ni se logrará. Pero yo tengo muchos sueños y sé que si algo se cierra, a la vuelta de la esquina hay algo muy superior para nosotros. Quiero tomar las riendas de mi vida en todo sentido y dirigir mi camino con la ayuda de Dios a cada paso y no empujada hacia donde no debo estar por los intereses y acomodos de otros.  

      Creo que, dadas las circunstancias, es muy importante contagiar alegría y esperanzas. Vale la pena centrarse en los discursos interiores luminosos y no en las negatividades exteriores, con conciencia, claro está.

      El hombre puede ser un lobo para el hombre como nos dice Locke al hablarnos, al igual que Hobbes de la importancia de ceder los derechos a la libertad para hacer un contrato social que beneficie a todos y limite la violencia. Podríamos transportar esta idea a violencia incluso sólo en la palabra, incluso sólo en la energía que se intercambia y me parece que para beneficio social podríamos hacer un acuerdo e intercambiar energía positiva y no predicciones caóticas sin fundamento. Entonces contrasta Kant quién dice como Rouseau que el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad lo pervierte. Él nos habla de la voluntad a hacer el bien y no dejarse corromper, ser fin en sí mismo y no medio para otros ni utilizar a otros por interés, como medio. Somos capaces de mantenernos dignos y emanar luz a otros desde todos nuestros ángulos por voluntad de hacer el bien y contagiarlo. Siguiendo las medidas de no contagio, podemos en cambio contagiar nuestra luz y buen humos a otros, nuestras ganas de cambio y empuje para lograr la libertad espiritual soñada que promete nuestra Torá al ser entregada a nosotros como pueblo en unas semanas en shabúot y de ahí para ser compartida y elevar a toda la humanidad, regalo al mundo. Recojamos luz del planeta y compartamos.



Mujer con palmas, Ricardo Martínez, 2000.

Comprendre

Je n’avais rien éscris de nouveau, porquoi? Je reprends là avec de nouvelles espoirs car les chemins sur terre sont bizarres. Je ne les comprends pas. Demain peut-être. Quelles histoires!