La violencia se dio
entre risas exteriores
y llantos interiores.
Dentro todo pasaba,
fuera, parecía no estar pasando.
¡Déjenme cantar desde lo
más profundo de mi ser!
Sólo así podré sanar su
indiferencia, la de ustedes,
la de la vida, la del destino;
La impotencia ante el hoyo profundo
que me tragó y expulsó
sin ninguna razón aparente.
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