Peresha Shemini y septimo día de pesaj en dónde leemos el canto de agradecimiento por abrirse el mar y se lee el cantar de los cantares, shabat y jag de agradecimiento y canto
Resumen de la Parashá
Levítico 9:1-11:47
En el octavo día luego de los “siete días de inauguración” Aarón y sus hijos comienzan a oficiar como Kohaním (sacerdotes); un fuego Divino aparece para consumir las ofrendas del Altar y la Presencia Divina viene a morar en el Santuario.
Los dos hijos mayores de Aarón, Nadav y Avihú ofrecen “un fuego extraño frente a Di-s, que Él no les mandó” y mueren en el Santuario. Aarón permanece en silencio frente a la tragedia. Moshe y Aarón están en desacuerdo al respecto de un punto específico de una ley de las ofrendas, pero Moshe da la razón a Aarón.
Di-s entrega las leyes de cashrut – comida apta para ser consumida, identificando las especies de animales que pueden ser consumidas y aquellas que no. Los animales terrestres están permitidos sólo si tienen las pezuñas partidas y son rumiantes; los peces deben tener escamas y aletas; una lista de aves no casher es dada, y una lista de insectos casher (cuatro tipos de langostas).
También son dadas algunas leyes de pureza ritual, incluyendo el poder de purificación de la mikve (una pileta de agua con características especiales) y de los manantiales. Con lo cual el pueblo judío es mandado a “diferenciar entre los impuro y lo puro.”
Ven amado mío, vayamos al campo, pernoctemos en las aldeas. Madruguemos para visitar los viñedos y comprobar si crecieron los retoños, si salieron las flores, si brotaron las granadas. Ahí te daré mi amor.(cantares7:12)
Vayamos al campo significa a ver la total entrega de los sabios a la Torá incluso en condiciones difíciles, pernoctando en las aldeas y madruguemos para visitar los viñedos es las casas de estudio y sinagogas, nos dice Rashi y al campo se refiere a labradores y agricultores que se dedican al estudio de la Torá en situaciones precarias.
Me inspira ese despertar temprano a estudiar Torá incluso en condiciones precarias y valorar su luz recargados en la naturaleza, en su virginidad originaria, en la Creación divina que acoge nuestros estudios y su transmisión.
Nos dice Rab Sacks que a veces se necesita un trauma terrible para reubicarnos en nuestras misiones en la tierra como lo fue para Aarón que murieran sus hijos por ofrecerle un fuego extraño a Hashem en el altar. Se explica según nuestros sabios porque entraron en dónde no debían o venían borrachos o estaban en éxtasis, en fervor religioso, en cualquier caso, no supieron sus límites. Tanto el rey David como Moshe tuvieron temas de éxtasis, Moshé al romper las tablas y David al bailar en el arca pero no eran sacerdotes, los sacerdotes no pueden darse ese lujo. También Adán y Eva tuvieron límites y fueron más allá de ellos. Es muy importantes comprender nuestras funciones en la tierra y asumir nuestros cargos, encargos. Somos ejemplo en un yo y un nosotros y no podemos perder de vista nuestros límites.
Pienso que es central lo que nos dice Rab Sacks para asumirnos y ayudar a otros con claridad y responsabilidad y ahora desde nuestra libertad enmarcados en nuestro calendario y preparándonos en esta cuenta del omer para recibir nuestra Torá.