Ciertas mañanas sale el sol
y todo canta, se siente
un ambiente festivo.
Entonces los ánimos se
contagian y multiplican.
Todo despierta, profundamente
despierta. Otras veces, es el
contrario. Un paisaje gris nubla
los impulsos y aunque tuviéramos
grandes planes, la vida
se paraliza. El clima y los eventos
exteriores nos afectan desde
su energía encadenada.
Otras veces, somos independientes
de todo acontecimiento exterior
en ánimos tristes o felices.
Me gustaría comprender cómo
y cuándo, desde dónde nos
independizamos o nos dejamos
llevar por los flujos exteriores.
¿Podemos decidir?
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