Y ahora qué?
Ese abismo colorido
me atrae sin remedio.
No sé si dejarme elevar
en pleno vacío o ensoñar
historias más terrenales.
Tampoco sé si realmente
puedo escoger o si en
este caso no me queda
más que enfrentar los
acontecimientos con calma,
si lo logro. ¿Qué decidimos?
¿La vida es ella y nosotros
sus personajes?, ¿la vida es Dios
o nosotros lo expresamos como
queremos en nuestros pasos?
¿Danza de pareja?
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