Grace Nehmad

martes, 28 de mayo de 2019

sigobpor aquí

Estar enfermo es lo peor. Vas poco apoco descartando actividades hasta dejarte someter por la cama en el mejor de los casos. El sueño te abraza y despiertas entre el fuego y el escalofrío. Delirios y pesadillas acechan hasta que tu ser regresa a ti y te reinsertas al cotidiano. Todo continuó su curso y nada pareció dejar de funcionar sin ti lo cual consuela y a la vez desconcierta. Lo descubriste. No eres indispensable en este planeta, entonces ¿para qué existes? ¿Será que por eso tratamos de hacernos los especiales?  Pues algo hay de esos apegos terrenales. En mi caso
, ya regresé, dentro de lo que cabe y a seguirle mientras estemos por aquí con nuevos bríos.

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